Contribuir a que las personas se sientan mejor y más seguras de ellas mismas
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Una de las mayores satisfacciones que las personas podemos tener es cuando contribuimos a la sociedad.
¿Pero cómo una clínica dental puede contribuir a que las personas se sientan mejor y más seguras de ellas mismas?
Una respuesta podría ser: haciendo bien nuestro trabajo. Por ejemplo, haciendo que una persona pueda volver a reír, o a comer o a dar un beso a su hija, sin que ello le suponga un trauma.
¿Pero qué significa hacer bien nuestro trabajo?, es más ¿es suficiente con hacer bien el trabajo ?
Cuando se trata de evaluar los servicios prestados a una persona, por una clínica dental es difícil. Cómo mínimo tendríamos que medir la calidad del tratamiento y la satisfacción del cliente. ¿Cómo podemos medir la calidad de nuestros tratamientos?. Deberíamos tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Si se dominan todas las técnicas documentadas para ofrecérselas a los pacientes.
- Si la tecnología aplicada es la adecuada y no hay otra que ofrezca más garantías que la utilizada.
- Si el caso ha sido estudiado y han participado todos los especialistas que eran necesarios.
- Si el tratamiento ha sido ejecutado por personal altamente instruido.
- Si el tratamiento ha sido ejecutado en tiempo y forma según la planificación previa.
- Si se han alcanzado los objetivos de tratamiento propuesto.
- Si hubo complicaciones y si las hubo se resolvieron sin repercusión para el paciente.
- Si la durabilidad del tratamiento estuvo dentro del rango o en el extremo superior que la evidencia científica asume como aceptable.
- Si hubo complicaciones posteriores al finalizar el tratamiento.
Pero la calidad de tratamiento con ser muy importante, no es suficiente. Es más alguna variable necesitamos años para poder medirla. Por ello además necesitamos que el paciente, el cliente, esté satisfecho. Si no, no hemos conseguido nada. Solo habremos hecho parte de nuestro trabajo bien.
No obstante una clínica dental y un dentista puede contribuir aún más para que las personas se sientan mejor y más seguras de si mismas. No sólo debe hacer bien su trabajo y que sus clientes estén satisfechos. Por ejemplo creando empleo, realizando inversiones económicas en momentos en los que es necesario reactivar la economía, innovando en servicios, consiguiendo que la clínica sea un buen lugar de trabajo, apoyando la cultura, o tratando a personas que por sus escasos recursos no pueden afrontar rehabilitarse la boca o participando en la difusión del conocimiento.
Cuando los indicadores de calidad y de satisfacción del cliente están en el extremo superior de los estándares del sector y además se contribuye a la sociedad de otras muchas formas, quizás podemos mirarnos tranquilamente al espejo por las mañanas, sin que lo que veamos no nos disguste, a pesar de las cicatrices de la vida.
Por ello debemos estar agradecidos de tener la oportunidad que nos brinda la vida de poder contribuir, desde nuestro ámbito de una forma tan variada, a que las personas se sientan mejor y más seguras de ellas. Incluidos nosotros mismos.
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